Antes de empezar a
aclarar conceptos, quiero agradecer la oportunidad brindada para comunicarme a
través de este medio con tod@s Ustedes y trataré de expresar parte de mi
experiencia de más de 17 años de práctica en este tipo de medicinas, mal
llamadas “alternativas” y con más de 23 de haberme recibido de médico cirujano
en Cali, Colombia, en un lenguaje claro y sencillo, confiando que sea claro, pero
sin dejar de lado la seriedad que se merece este tema y las implicaciones que
puede llegar a tener.
Ahora, al grano…… El
Dr alemán Hans- Heinrich Reckeweg en 1952, construye su teoría que llamó
HOMOTOXICOLOGÍA, tratando de generar un “puente” entre la medicina convencional
alópata y la medicina homeopática, integrando conceptos médicos de la patología
celular, humoral y molecular. El término se desglosa de HOMO (ser humano) y
TOXICOLOGÍA (efecto de toxinas), clasificándolas en 2 grandes grupos: 1-
Homotoxinas Exógenas, es decir que vienen de afuera, como podrían ser
sustancias químicas de los alimentos, contaminación ambiental, psicotoxinas por
estrés, y un gran etc. y 2- Homotoxinas endógenas, producto del metabolismo
interno del ser humano, como por ejemplo, ácido úrico, colesterol, etc.
Es así como empieza
considerando que TODAS las enfermedades, independiente de la fase en que se
encuentren, representan procesos vitales con una finalidad biológica y es
“deshacerse” de esas homotoxinas, por tal motivo considera de extrema
importancia no bloquear dichos procesos con medicamentos “anti” y así, aplicar
uno de los aforismos Hipocráticos que dicen “lo primero es no hacer daño”, cosa
que contrariamente es lo que más se usa en la actualidad (antiinflamatorios,
antibióticos, antipiréticos…..etc), con la posibilidad de ser partícipe del
alarmante aumento de enfermedades crónicas y degenerativas en la población.
Un principio
esencial entonces, es que las enfermedades suelen ser la expresión de una lucha
defensiva del sistema contra esas homotoxinas y según la fase en que se
encuentre, habrá posibilidades reales de curación completa o en su defecto de
tratar de compensar hasta donde sea posible los daños y mantener o conservar la
vida el mayor tiempo posible en las mejores condiciones. Es decir que se
empieza a cambiar el paradigma clásico que se tiene sobre la enfermedad y ahora
podemos afirmar que la enfermedad es el intento del organismo por volver a su
estado de salud, o sea que NO es algo negativo contra lo que debemos luchar,
sino favorecer dichos procesos con las terapias biológicas adecuadas según el
caso particular e individual.
En la terapia se
usan medicamentos homeopáticos compuestos de origen diverso (mineral, animal,
vegetal, organoterápicos, nosodes, oliogoelementos, etc) y en diferentes
presentaciones farmacéuticas (tabletas, ampollas, gotas, supositorios,
pomadas), cumpliendo las estrictas normas de fabricación dados por la
farmacopea homeopática alemana.
El Dr. Reckeweg,
clasificó esos mecanismos de regulación que conocemos como enfermedades, en 6
fases:
1- fase de
excreción, en donde el organismo de manera natural “expulsa” las homotoxinas a
través de orificios o sistemas naturales (sudor, heces, orina, saliva,
respiración etc),
2- fase de
reacción, en donde hay inflamación pero aguda y exonerativa, es decir que busca
expulsar de manera más rápida y efectiva dichas toxinas, aquí hablamos de todas
las “itis” (amigdalitis, sinusitis, etc),
3- fase de
deposición, si el organismo no puede eliminar las toxinas, empieza a
depositarlas en sus tejidos y se empiezan a formar los “omas”, fibromas,
lipomas etc . En estas primeras 3 fases aún es posible una curación total, si
se aplican los principios de la medicina biológica y se hacen los cambios
adecuados para lograrlo (dieta , ejercicio, etc).
Sin embargo si se
sigue llevando un estilo de vida inadecuado y un tratamiento no biológico, el
sistema se va “congestionando”, se sigue autointoxicando, lo que llamó el Dr.
Reckeweg, retoxicación (medicamentos químicos que bloquean procesos enzimáticos
y que podrían generar mutaciones celulares, alterando la estructura
intranuclear, mitocondrial), llegando a la 4 fase llamada de impregnación, en
donde ya las toxinas han penetrado a la célula, permaneciendo latentes y si hay
retoxicaciones sucesivas llegar a la fase 5 de degeneración, caracterizada por
la destrucción de estructuras intracelulares como enzimas y genes para
finalmente llegar a la etapa 6, tan temida por tod@s como es la fase de
neoplasia o de cáncer.
Pero, aun en etapas
avanzadas, es posible intentar al menos ayudar al sistema a tratar de compensar
esos daños, hasta donde le sea factible según la biología individual y el deseo
asociado a cambios reales en su estilo de vida que lo llevó a tal estado.
Estos procesos
deben ser entendidos y controlados por un profesional de la salud, entrenado en
ello, que comprenda los alcances y las posibilidades terapéuticas de ayuda y
ojalá actuando en equipo multidisciplinario según el caso a tratar, como
bien lo hacemos en compañía de una nutricionista que maneje también los
conceptos biológicos y no solo de contar calorías y de psicología, ya que al
menos en los procesos crónicos, degenerativos y de cáncer, es indudable que lo
psicoemocional-espiritual, juega un rol muy importante.
Es así como de una manera concisa y
espero que algo aclaradora, trato de explicar en lo que consiste este tipo de
medicina que con el tiempo ha tenido varios nombres, debido a lo confuso de su
nombre inicial (homotoxicología), actualmente llegando a un consenso casi
mundial en que se habla de medicina de biorregulación, ya que lo que se busca
es regular hasta donde sea posible los procesos biológicos individuales.
Este artículo continuará en el próximo post...
Este artículo continuará en el próximo post...
Llevo más de 11 años en Chile, atendiendo solamente
consulta de forma privada, practicando además la Terapia Neural, que
próximamente escribiré al respecto, con pacientes que llevan más pacientes, esa
ha sido mi “publicidad” , mi presentación y ahora a través de este medio en donde
espero poder orientarl@s hasta donde me sea posible.
Muchas gracias.
Médico Cirujano, Universidad Libre de Cali, Colombia
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